Sin asistente

publicado originalmente en Army of Love: Sin asistente

Que se quede pendiente esta noche mi trabajo,
que me esperen los correos electrónicos.
Que esperen los trámites, que sigan su relajo,
pero que no espere yo tu latir sinfónico,
que resuene en mi pecho y reaviva su antojo
por converger con tu calor y tu paz armónicos.

Que me espere el coche, la ropa sucia;
que se quede detenida la bicicleta, no importa.
Que los pendientes se queden así,
que mis ideas sigan sin astucia;
pero tu no te quedes pendiente,
no esperes más señales, no apeles a tu perspicacia.

Por favor que no nos pase la vida,
que no transcurra un sólo día más
sin que se den nuestros labios la ternura
que nos merecemos, que nos deseamos...
que no se quede esta chispa encendida
así solitaria y tu... tu pendiente de darte la oportunidad.


Sin asistente
©© 2011, diciembre,  Licencia Creative Commons
Hacha sin filo por O. Adrián Lozano Garza se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.

Te agradezco

Agradezco tu historia, tu huella, tu aroma.
Te agradezco la vida que emanas.
Agradezco tu autenticidad, tu sabor;
agradezco tu dulzura y guardo conmigo tu calor.

Te quiero tranquila, como te conozco,
te quiero por estar aquí a pesar de mi torpeza.
Te quiero en mi cuerpo, te quiero al mando, a la cabeza
que yo en mi historia he perdido la razón.

Agradezco tu ternura, tu trato,
agradezco infinitamente tu figura.
Agradezco tu elocuencia y tu sinceridad,
tu agudeza y que la manejes con mesura.

Agradezco que siempre eres tu.
Te bendigo. Te acompaño.
Te compadezco por interesarte en este huraño.
Te deseo éxito en el día a día,
voy contigo desde ahora, con gusto, en tu corazón.


Te agradezco
©© 2011, diciembre,  Licencia Creative Commons
Hacha sin filo por O. Adrián Lozano Garza se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.

Me escondo

Me escondo detrás de la puerta

La ansiedad me come.

Me escondo como niña que tomó un dulce a escondidas

Me escondo detrás de argumentos y miedos

No quiero darles mi privilegio

No quiero renunciar al momento

No quiero seguir tus formas

Ya voy sabiendo que no soy de las que van y se paran de frente ante ti

Ya voy sabiendo que en realidad no soy tan fuerte así

Es mío el momento del cuarto propio, de la soledad y de solo estar

Sin embargo la ansiedad…

Es mío, me escondo detrás de la puerta

De los argumentos

De los miedos

No te lo doy. Es mío.

Café sin intensión


Préstame tan solo un poco de tu compasión,
que suceda algo mejor
que sólo este deseo.
Observa bien, pues tu también quieres algo aquí
y no te olvides
que yo no soy exclusivo.

Recuerda que la evolución nos ha olvidado ya,
no hay necesidad
de cubrir algún instinto.
Permite así que la historia de la humanidad,
resumida en tu garganta, en tu voz,
se grabe en mi vanidad.

Con esta idea podemos compartir
una noche de pasión, como un café sin intención.
Dime si pensando en mi canción
recuerdas tu porqué no estamos juntos hoy.

No hay necesidad de una presentación
pues aquí solo hay deseo
y se derrama la emoción.
No creas que te reduzco a lo material,
es que me faltó reconocer mucho
que hoy no puedo olvidar.

Con esta idea podemos compartir
una noche de pasión, como un café sin intención.
Dime sí pensando en mi canción
recuerdas tu porqué no estamos juntos hoy.


Café sin intensión
©© 2009,  Licencia Creative Commons
Hacha sin filo por O. Adrián Lozano Garza se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.

Lento

Lento corro hacia el cansancio
y lento recupero el vuelo;
así transcurres tú, despacio,
pero no puedes quitarte el agotamiento.

Ya cansados y doloridos
se encuentran mis músculos y hasta los huesos.
Enmohecidas las ideas iniciales
y algunos de los nuevos pensamientos;
todo por el tiempo... todo lento,
en un solo instante, pero lento.

¿Cómo esperas que te salve?
si todo es lento...
si no quiero que te salves...
si esa salvación es solo un cuento.

No en espera, no violento;
sujeto a las premuras del viento aliado
te recuerdo que soy lento
y así somos solo un pequeño momento del SER.


Lento
©2008, 
 Licencia Creative Commons

Postergación


Se ve desolada la muerte,
abandonada en las luces tenues amarillentas y odiosas
de una habitación con madera en vigas por techo
y motivos desaliñados de vanguardia en la pared.
Sola se queda y muy probablemente
solos algún día nos deje.

Quizás haya sido muy cruel...
quizás inhumana o muy sarcástica.
Pero eso si, ¡Más que la vida, jamás!

Una vez más, muerte:
la dejo para otro día,
para otra ocasión pues,
la vida me trae ocupado
y por hoy no tengo tiempo para usted
a pesar que la vida quizás nos trate peor en veces.


Postergación
©© 2008 agosto, Licencia Creative Commons

Antropocentría

Me vi entonces en la playa de la vida,
cuando anteriormente creí
que era solo de la mía,
pero en el momento que volteé mi vista
descubrí un océano en flujo
que se conjuntaba conmigo mismo.
Y ahí encontré una atadura
entre mi libertad y la del otro.

Sonreí de pronto al encontrar corrientes
que se me acercaban para destensar el lazo
y batallé horrores cuando algotra me arrastró
lanzándome y retomándome como al estirar una liga.

Casi nunca encontré un rumbo conjugado
hasta que, cansado,
noté que siempre las olas regresaban
a mi playa personal;
siempre una fuerza final
impulsaba a las diferentes corrientes hacia mi...
la fuerza, toda la energía del océano
se vuelca, va y viene al final
siempre hacia mi: a mi humano.

Antropocentría
©© 2007 AbrilLicencia Creative Commons
Hacha sin filo por O. Adrián Lozano Garza se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.

La cosecha


A la espectativa de lo que siga,
en ansiosa espera por terminar lo comenzado.
Debí dejar ya muchas cosas detras
que ansío ecuánimemente... algo;
que suceda en mi, que despierte en mi,
incluso -hasta varias cosas- que mueran en mi.



Ya dejé muchos sueños y algunos anhelos...
dejé proyectos, tanto personales como colectivos
y algunos, los extraño...
algunos no los recuerdo pues
ya dejé también memorias,
así rencores, desamores e intentos de amor compartir.

Ahora no estoy seguro de qu'ésté yo colectando
y apenas y reconozco si son mías
las semillas que, aún con algo d'esperanza
intento sembrar por los caminos que últimamente
recorro con ojos, oídos y poros bien abiertos.

Por ahora impera, me invade la pregunta:
¿Cuándo recogeré la cosecha y a qué sabrá?

La cosecha
©© 2008, 
Licencia Creative Commons