Placer y culpa no son lo mismo,
no sé yo si puedan tener común origen
pero lo cierto es que no atino, no realizo
en mi mente comprensión por separado,
para tan invasivos y generalizados sentimientos
ahora en mi sucitados.
En la Habana yo,
con esta suerte burguesa,
con pretención nacionalista
y con comida de turista;
con placer en lo sencillo,
con conocimiento de lo complejo,
con frustración de artista
y con culpa...
...de culpable.
Así aflora el cretácico en la montaña,
como la nostalgia ahora en mis entrañas.
La contemplación de la complejidad,
de la genialidad acumulada que esta noche,
a la postre de una afortunada pausa por visita,
me hace partícipe de una milenaria herencia
de artesanos, músicos, brujos, pensadores,
cocineras, campecinas, constructores,
herreros, guerrilleros, ahhhhggg.... (suspiro)
que me han regalado tanto placer y,
me quedo en la incomodidad de querer,
no sé qué tan inutilmente,
agradecer entregándoles a todxs y cada unx
lo mejor por muy poco que pueda entregarles.
No veo que pueda ni como,
hacer por agradecer.
Ahí radica la culpa:
en que sé que muchos que han participado
en la conformación de mis placeres actuales,
no han tenido oportunidad de disfrutar ni un poco;
es una culpa que acompaña pero no se contrapone
al placer gozoso de tantos buenos instantes acumulados.
Placer y culpa
©© 2012, (32IOS congress, La Habana, Cuba)
Hacha sin filo por O. Adrián Lozano Garza se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.